Thursday, August 31, 2006



" Yo nunca me metería con el ex de una amiga".

La frase daba mil vueltas en la cabeza de Isabel. Aún tenía claro el momento en que Daniela lo dijo. Fue en una de esas juntas de amigas, hacía algunos años, cuando todas ya habían vivido grandes desiluciones, por lo que estaban aprendiendo el valor de la amistad.

Todo eso le parecía tan básico ahora. ¿Cómo pudo confiar en una fantasía adolescente, en una simple consecuencia de los primeros sufrimientos del corazón que buscaba refugio en lo primero que encontrara?

Fue ese el momento en el que realmente despertó. Fue ahí, en ese minuto, en ese café y frente a sus ojos cuando terminó de descubrir quien era, o mejor dicho, quien no era. Definitivamente no era una mujer que aceptara ver a su mejor amiga besándose con el gran amor de su vida.

Cuantas veces se embriagaron juntas para ahogar el sufrimiento que ese hombre causaba en Isabel. Cuantas veces escuchó Daniela todo lo que ella lo amaba, todo lo que había sentido cuando él no la quiso mas. Fueron años de dolor en los que siempre le brindó su tiempo, su apoyo, su comprensión.

Isabel lo veía venir hace tiempo, incluso ya ni hablaban. Habían rumores por todos lados al respecto, pero ella aun esperaba alguna palabra de su amiga.

Todo fue en vano.

La cobardía le ganó a la complicidad y al respeto, dejando como consecuencia este encuentro casual, impactante y triste. La desilución que alguna vez hizo mas fuerte su amistad, ahora la destruía.

No supo cómo reaccionar. No sabía si acercarse a ellos para tirarles encima toda la mierda que pasaba por su cabeza, o simplemente irse.

Optó por no rebajarse y se fue.

No botó ni una sola lágrima. Era tan extraño y nuevo lo que estaba viviendo que ni su cuerpo le pudo ayudar a entender. No sentía nada mas que miles de imágenes y voces girando en su mente.

Al llegar a su casa fingió que todo estaba bien. Cenó con sus padres, como siempre lo hacía, y conversaron de todo lo que habían hecho durante el día. Ella no comentó nada acerca de lo que vió, sabía bien lo que cada uno le diría al respecto. Por un lado, su madre, le señalaría algo asi como "siempre te dije que nose podía confiar en nadie, sólo en la familia". Por otro, su padre se sorprendería "¿tu! una persona tan inteligentesufriendo por algo tan irrelevante? Eso es para gente tonta".

Apenas terminó de comer se retiró a su dormitorio con la excusa de que estaba cansaba. Lo único que Isabel quería era dormir y dejar de pensar, su cabeza ya no daba más con tantas vueltas sobre lo sucedido.

Ya había apagado la luz cuando sonó el teléfono de su casa.

Aunque siempre lo hacía, no contestó.

Dejó de sonar y a los segundos sintió la voz de su madre gritandole que tenía una llamada. No quería hablar con nadie, pero mas se molestaba en ir a decirle a su mamá que en atender.

- ¿Alo?
- ¿Alo Isa? Hola habla la Dani.
- ¿Que quieres?
- Ay! que pesada, ¿estabas durmiendo?
- Si. ¿que quieres?
- Quería hablar contigo
- Es muy tarde.
- Pero si son recien las 10
- No. Para ti ya es muy tarde y te puedes ir a la misma mierda.



"Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez". - William Shakespeare -.